lunes, 1 de marzo de 2010

Algo siempre cambia. Iba caminando el despistado y logró darse cuenta que el aviso de "se vende" ya no estaba, el olor a manzanilla había cambiado a limonaria. El despistado se dio cuenta que algo siempre cambia, dejó de ser una nube, para ser concreto, "Algo siempre cambia" se dijo, ya no sabia si el era él, solo comprendía que el despistado logró darse cuenta de lo que faltaba o más bien de lo que había cambiado, de lo que lo había cambiado, ya no era un despistado. Nunca lo fue.